JEFF HARDY X BATISTA (no es mio)

 Sus pieles se deslizaban lentamente la una sobre la otra, haciendo que sus sudores se entremezclaran. La respiración entrecortada de ambos acariciaba y hacia cosquillas al cuello del otro. Un mechón de un intenso color rojo se escurrió de la apretada coleta y se pego a la frente de su propietario. Los músculos del mayor se tensaron al colocar su enorme cuerpo sobre el del menor intentando no hacerle daño, apoyándose en un brazo para tal fin.

Jeff gimió levemente, haciendo que Dave sonriera. El mayor imprimió mas fuerza a sus movimientos.
-M-me haces daño… - dijo en un débil quejido el del pelo multicolor
-Vamos, vamos… ¿si no aguantas esto como quieres que vallamos mas adelante?
En un arrebato, Jeff giro, quedando el encima. Se aferro con fuerza al enorme cuello de Dave. Le forzó a ponerse bocabajo y le sujeto los brazos, movimiento suavemente la pelvis contra su trasero.
-Eres bueno, pequeño. - rió "El Animal" - Muy bueno.
Oyeron pasos en el pasillo, y la puerta se abrió de golpe. Matt observo divertido como Jeff intentaba hacerle una llave de sumisión que se parecía bastante a la figura 114 del kamasutra, aunque por suerte los dos estaban en chándal.
-A ver, me parece muy bien que entrenéis juntos, pero ya que estamos en MI casa ¿podríais por lo menos mantener vuestras habitaciones ordenadas?
-Pareces mama - gruño Jeff levantándose rojo como un tomate y saliendo escopetado del gimnasio
Dave tardo un poco mas en incorporarse, igual de rojo que el del pelo multicolor. A Matt no pareció sorprenderle que estuviera empalmado, por el contrario le dijo:
-¿Qué te parece si vas detrás de mi hermano y folláis de una vez? Estoy arto de que uséis el entrenamiento como excusa para meteros mano. Este gimnasio también lo uso yo ¿sabes?
-¿Perdón? - pregunto Batista confundido.
-Que mi hermano esta tan colado por ti como tu por el - suspiro Matt.
Dave no necesito más. Salio corriendo, y consiguió acorralar a Jeff en su habitación. Al pegarse a el noto que no era el único empalmado. Sonrió, le cogió de la barbilla y le beso.
-¿Qué…? - pregunto el del pelo multicolor sin asimilarlo
-Que voy a darte el polvo de tu vida - contesto Dave tumbándole en la cama.
Matt suspiro y puso la música a todo volumen para no oír los gemidos de su hermano. Pero sonreía, después de tres meses teniendo sueños eróticos el uno con el otro, ya era hora de que se acostaran juntos ¿no? Nunca le había agradado y desagradado tanto que las paredes de aquella casa fueran como de papel… Y que su habitación estuviera justo en medio de las suyas también había ayudado para que comprendiera la situación.
En fin, con un poco de suerte, se irían a vivir juntos… a otra casa. Porque con la pasion que tenían ambos por la lucha libre…. Y lo bien que conocía Jeff el kamasutra… Bien podían pasar de una cosa a otra sin apenas darse cuenta.
Pero eso ya no era asunto sullo.