XAT DE WRESTLING YAOI

domingo, 5 de diciembre de 2010

UNDERTAKER X SHAWN MICHAELS (no es mio)

Inicio confuso y final abierto
Los 90's fueron buenos años, la WWE era llamada WWF, podían mostrar masacres y desnudos si se les daba la gana, cuando la Mortal Combat II era la ostia al igual que la SNES, el suicidio de Kurt Cobain aún se sentía a noticia, Forrest Gump era un lacrimógeno estreno y Shawn Michaels tenía un segmento llamado Heartbreak Hotel.
Justo esa noche luego de haber terminado Raw, varios luchadores se quedaron conversando animadamente en el ring que aún tenía la melosa decoración de dicho segmento, el texto "HeartBreak Hotel" en letras de neón, una cama en forma de corazón y un espejo.
El Undertaker observó al chico rompecorazones haciendo bromas para el resto de los que estaban ahí reunidos con unas almohadas en forma de labios pegándoselas a su parte baja del cuerpo y haciendo gestos de que lo estaba disfrutando. Ya tenía el gusto de mirar a ese extravagante luchador desde hace poco tiempo, simplemente porque le parecía una persona interesante.
—Hey, tú, ¿te gusta lo que ves? —preguntó burlonamente el rubio al notar que le observaba desde los asientos para el público sin ningún tipo de expresión.
No hubo respuesta ni ningún tipo de reacción.
—Lo siento, pero no le hago esas cosas, 'Taker.
Su manager, en esa época conocido cómo Diesel rió y se subió encima de él con los brazos a ambos costados de Shawn.
—¿No lo haces?
Todos a su alrededor dejaron de reír simultáneamente, vale que a veces Shawn y Diesel tenían unos acercamientos extraños, pero ¿eso?
El rompecorazones tomó suavemente el rostro de su manager con ambas manos haciendo que a todos les corriera un escalofrío, "¿De verdad ellos son…?" se podía leer en su expresión.
De la nada Shawn y Diesel se soltaron a carcajadas casi retorciéndose, dándoles a entender que estaban bromeando y que se lo habían tragado.
—Ya es tarde —les anunció Bret Hart desde la rampa, significaba que ya se iban a llevar el ring.
Contrariamente el Undertaker subió al cuadrilátero mientras todos se iban del lugar y Shawn se daba una última revisada frente al espejo y al darse la vuelta, por un segundo le paralizó la profunda mirada del enterrador, él aprovechó para acorralándolo contra la decoración de luces de neón para qué los que se estaban yendo no les vieran.
—¿Qué crees que haces? —le reclamó.
De nuevo no obtuvo respuesta, le molestaba ser tratado como una muñeca de trapo y aún más no poder hacer nada, era un luchador respetable, pero ese imbécil le llevaba bastante de altura y fuerza bruta.
Una vez dejó de forcejar, el Undertaker pudo observarle minuciosamente, su masculino rostro, el singular traje con tachuelas, espejos y demás artilugios, los aretes largos con símbolos de paz que le deban un toque original, sus ojos que le miraban desafiantes… esos hermosos ojos verdes.
Le tomó del rostro y Shawn dejó de hacer amagos de irse.
Porque el rompecorazones también se había dado cuenta de que, pese a que el Undertaker nunca le pareció mínimamente atractivo, la manera en la que le miraba era tan hipnotizante que podía sumergirse en sus ojos azules y dejarse llevar en todas las cosas que escondían.
Lentamente se acercaron el uno al otro, atraídos por su propio magnetismo para compartir un beso tan intenso cómo lento, en el que se probaron con el lujo de tocar el pecho y cabello del otro con aquella pasión que ellos mismos desconocían.
—¿Shawn? —llamó Diesel desde abajo del ring sin alcanzar a verles, deteniéndolos inmediatamente.
El rubio se limpió la boca demasiado sorprendido consigo mismo por lo que acababa de hacer, paso saliva duramente y sin mirar al hombre muerto corrió con su manager.
El Undertaker no hizo nada para pararle.
*×-×-×_Años después_×-×-×*
El Undertaker se tocó los labios al recordarlo, habían pasado años desde ese furtivo encuentro, pero ahí estaban de nuevo, en Wrestlemania XXVI justo antes del evento principal.
—¿Nervioso? —preguntó Shawn acercándose a él, ambos estaban en el banco de un oscuro pasillo alejado a los vestidores.
Por toda respuesta le miró fríamente, él lo había llevado hasta ese punto, de antemano le dijo que no había nada que tuvieran que probar en una revancha y aún así ese idiota movió todos los hilos a su alcance para conseguir la pelea ¿y le preguntaba si estaba nervioso?
—Undertaker —le llamó con un ronco tono de voz que nunca había escuchado en él, obligándole a mirarle a los ojos para encontrar en ellos la misma expresión que 16 años atrás le dedicó.
Shawn le tomó del rostro y sin miramientos le besó con pasión, apoyando las rodillas a los costados de las piernas del hombre muerto. Como respuesta Undertaker con una mano rodeó la cintura del rubio sobre él y con la otra tomó su nuca para profundizar ese beso, quería embriagarse de él como si fuera la última vez, beberse todas las pasiones de ese hombre con ese gesto.
Luego de unos segundos el rubio aflojó su agarre separándose un poco de él para susurrarle:
—Yo lo decidí, aposté por ti.
Dicho eso se marchó, una vez más no hizo nada para detenerle, porque el peso de sus palabras resultó demasiado, incluso para él.
—Damas y caballeros, ¡esta es la lucha racha contra carrera! —escuchó anunciar a Justin Roberts, seguido del tema "Sexy Boy" y a la multitud emocionada por que el último número de la noche iba a dar comienzo.
Caminó a los vestidores, donde por un televisor varios luchadores, réferis y organizadores —básicamente todo aquel en la compañía que no estaba atendiendo lesiones u ocupado— estaban listos para ver la pelea.
Una vez que el Pocholo terminó de lucirse, el Undertaker se colocó la capucha, pasando de largo a sus compañeros para ir al ring.
Las cosas fueron, en un principio, cómo él esperaba, hizo su entrada provocando un silencio general abrumador. La pelea comenzó y Shawn le provocó cómo siempre lo ha hecho, quería que eso fuera real y lo forzó a ir con todo desde el principio, quería una pelea perfecta que fuese clásico de clásicos. Y lo estaba siendo, pero para el Undertaker era un poco más complicado que eso.
Sabía que no iba a ser tan fácil como poner los ojos en blanco, hacer su expresión escalofriante y dejarse llevar por el sádico en su interior hasta ganar, Shawn no era tan fácil, lo estaba probando, presionándole insistentemente parra llevarle a sus límites.
Y el momento llegó, por primera vez no supo cómo reaccionar y le gritó a Shawn que no se levante, que se dé por vencido, no quería dar el golpe de gracia pero tampoco quería perder, ninguna de las dos eran opciones.
Hasta que el rompecorazones de retó una vez más.
Y entonces, todo terminó.

Una hora después, el Undertaker esperaba afuera del estadio recargado en su motocicleta, sabía que en los vestidores luego de la pelea muchos felicitaron a su contrincante, que todos iban a aplaudirle a cuando salga de las duchas, es lo que merece luego de tantos años de carrera.
Así que él esperaba calmadamente afuera.
Finalmente la puerta se abrió dejando salir a Shawn con una sonrisa en el rostro, el cabello, ropa y sombrero perfectamente arreglados.
—¿Has decidido venir conmigo? —le preguntó el Undertaker con una ligera sonrisa.
Fue el turno de Michaels para ignorar la pregunta, tomándola cómo obvia subió a la motocicleta agarrándose del hombre muerto.
Era el momento de hacer las cosas correctamente.

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